¿Religión o espiritualidad? Ni lo uno ni lo otro, sólo caminos

Para muchos, hablar de espiritualidad es hablar de religión. Para mi no. Siempre intuí cosas totalmente distintas de ambos conceptos. Me identifiqué con Carlos Castaneda desde el primer momento, quizá porque dejaba permear en sus crípticas y fantásticas historias, una espiritualidad universal basada en la vivencia chamánica.

Con poesía y naturalidad, decía Don Juan Matos a Castaneda que lo importante no era el camino mismo, si no que éste tuviera corazón. Allí una gran clave. A mi manera de verlo, no importa la religión, el método, la ciencia, la cultura o ceremonia, si no que quien la viva, lo haga con el corazón, con intención clara y con plena energía.

Conozco personas que se declaran ateos y que sus valores morales y solidarios son tan altos y luminosos como los del más disciplinado yogui; a santeros que dan lo que no tienen por brindar asistencia a otros; a científicos que han visto la cara de Dios en sus paradójicas investigaciones y a artistas que describen con maestría la naturaleza de los mundos más allá de la muerte física.

Si vemos la experiencia espiritual (o la vida misma) como un camino, podemos identificar a nuestro alrededor a personas que están detenidas, disfrutando brevemente del paisaje, mientras otras van corriendo como si huyeran de algo (o lo buscaran desesperada y ciegamente). Cuando unos luchan contra un sendero rocoso, cuesta arriba y dificultoso, otros van de bajada navegando la brisa en una bicicleta de paseo. Quien ayer vivió un infierno, hoy es un gran maestro. Quien hoy experimenta la comodidad, puede que mañana le toque aprender de las limitaciones. Aprendemos a no juzgar los caminos de otros. Esos viajes pueden ser cortos o largos, parecidos o distintos, y la reflexión nos lleva a entender que también pueden intercambiarse las historias, que no hay nada definitivo ni estático en el cosmos.

Vemos más. Nos alejamos un poco como lo hacemos en el Google Maps para ver un área mayor, y allí están esas partes que cruzan bosques, oscuros y tenebrosos, pero que al final, con la nueva luz de la salida, dejan un gran aprendizaje imposible de tener de otra forma; o quizá vemos que ya el desierto ha quedado atrás y vienen muchos años de cosecha y hermosos paisajes. ¿Quién o qué determina todo esto? ¿Nuestras elecciones conscientes o inconscientes? ¿La suerte? ¿Un anciano barba blanca sentado en alguna nube muerto del aburrimiento? Eso quizá es lo menos importante.

Por todos lados brota una idea: Lo valioso es recorrer el camino propio con los ojos y el corazón abierto. Será quizá por mi naturaleza científica que veo un denominador común en todos estos caminos que voy conociendo y experimentando: La física cuántica. La concepción mecanicista del mundo se ha venido rompiendo para dar nacimiento a un paradigma holístico, natural, integrador, unicista, basado en el respeto, el equilibrio y la intuición. Son muchas las ideas que este nuevo paradigma impulsa, y la física cuántica (que forma parte de él) puede darle una explicación a un montón de experiencias espirituales cuyas historias parecieran producto de la imaginación. He allí una justificación a la visión que impulsa el proyecto Caminos Cuánticos, del cual este Blog es la herramienta principal para compartir mis experiencias.

Para finalizar, quiero compartir algunos puntos comparativos entre religión y espiritualidad que pertenece a un material de estudio compilado por el grupo de la Enseñanza de María, una de las experiencias de canalización más importantes y comprometidas de Venezuela, del cuál hablaré con más detalle en un futuro próximo:

Todos los caminos conducen a Dios y a cada ser humano le corresponde, en su realidad existencial, una forma particular de aproximarse al Absoluto, de acuerdo con su evolución espiritual. En función de nuestro plan de vida, nos hemos establecido diferentes rumbos a seguir en el sendero espiritual, diferentes caminos que desde sus particulares principios y características podrían llevarnos al desarrollo de nuestra conciencia en su elevación hacia nuestra Esencia Divina. Algunos son más y otros son menos diferentes al Conocimiento espiritual al que estamos incursionando, pero siempre vamos a considerar que todos son válidos aunque no compartamos sus principios y sus formas.

Comparaciones entre el Conocimiento Espiritual (CE) y la Religión (R):

  • CE: Dios está dentro de nosotros, en nuestras células. Somos seres de Esencia Divina.
  • R: Dios está fuera de nosotros y como ser supremo, creador, omnipotente y omnipresente.
  • CE: Nuestro destino es nuestro
  • R: De Dios depende nuestro destino
  • CE: Reflexiona sobre los dogmas y creencias
  • R: Se fundamente en dogmas y creencias preestablecidas
  • CE: No existe el bien y el mal, sólo la experiencia, base del conocimiento a sí mismo
  • R: Existe el bien y el mal y se limita el conocimiento de sí mismo
  • CE: La verdad es interna, individual, particular
  • R: La verdad es externa, única, inmutable, estática
  • CE: Busca el equilibrio
  • R: Busca la perfección
  • CE: La libertad viene dada por el cambio interno, por la elevación de los niveles de conciencia
  • R: La libertad es condicionada por los dogmas, es aparente
  • CE: El trabajo interno se basa en la aplicación del conocimiento, en la práctica constante
  • R: El trabajo interno es devocional y poco práctico

Findalmente ¿Religión o espiritualidad? Pues, mejor llamémoles Caminos Cuánticos. Entonces ¿Los seguimos recorriendo juntos?

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. zerevena

    En..realidad..todos..somos..de..libre..albedrio..
    Y..dios..solo..hay..uno..con..diferentes..nombres.
    Nuestros.caminos.por..muy..diferentes..que..se..vean…al..final..de..cierto..modo..se..entrelazan..y..forman..uno..solo..
    Lo..cierto..es..que..uno..decide..como..lo..quiere..vivir..y.
    Seguir..

    Dzmm

    1. leoazarak

      Así es querido amigo. El libre albedrío, aunque relativo, existe. Todos los caminos nos llevan por ensayo y error a una única y divina realidad de conciencia Universal. Infinitas bendiciones para ti.

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