¿Alguna vez has sentido que tus sueños parecen demasiado lejanos, como si hubiera un muro invisible entre tu intención y la realidad?
Quizás has probado afirmaciones, visualizaciones y hasta cursos de manifestación, pero en el fondo sigue el mismo eco: “¿Y si no lo logro?”.
Lo que casi nadie te dice es que tu capacidad de materializar no se trata de forzar resultados… sino de recordar un mapa que ya llevas dentro.
Y ese mapa sigue un recorrido sagrado, presente en todas las culturas ancestrales y confirmado hoy por la neurociencia y la psicología profunda.
El mapa de las 4 fases: más que una técnica, un viaje interior
Tu alma ya conoce este viaje. Pero tu mente, muchas veces atrapada en el miedo, la prisa o la autoexigencia, lo olvida.
Este mapa tiene 4 fases, y cada una despierta una parte de ti:
- La chispa invisible: Todo empieza antes de la acción. En esta fase tu corazón se conecta con el propósito profundo detrás de tu deseo. Ese propósito profundo existe antes de ti, en la historia de tus ancestros, en otras líneas de tiempo. Sin esto, cualquier meta se siente vacía. Todo ha de estar en coherencia con la existencia y el origen en todos sus niveles.
Por eso debemos comenzar con la Sintonización
Pregunta para ti: ¿Lo que buscas nace de tu esencia o de la comparación? ¿Tiene una raíz o un sentido coherente con el sueño de mis ancestros o no? - La arquitectura de lo posible: Aquí tu mente diseña los caminos. No se trata de controlar cada detalle, sino de alinear creencias y patrones para que dejen de sabotearte. La reconfiguración, como se llama a esto en Transurfing, debe ser constante. Don Juan diría que se trata del Arte del Asecho. Nos autoobservamos de manera rugurosa para modificar y reprogramar todo lo que somos en pensamiento, emociones, intención y acción.
Por eso debemos seguir con la Programación
Ejercicio diario: identifica constantemente las creencias heredadas que limitan tu abundancia y cámbialas. Haz consciente el origen inconsciente que te está desviando (aunque sea un poquito) de tu manifestación –o te está dando resultados que no quieres en tu vida– y reconfigúralo a diario. - El salto al vacío: Esta es la fase donde muchos se paralizan. La acción sin conexión interna lleva al agotamiento y al vacío; la conexión sin acción lleva a la frustración y a la impotencia. Esto nos atrapa en la repetición del error o en la parálisis de la inacción y el estancamiento. El equilibrio surge al dar pasos coherentes, incluso en medio de la incertidumbre. El enemigo principal puede estar en el miedo al error, el perfeccionismo que lleva a la procrastinación. Hemos de reconciliarnos con el error. Forma parte de la vida, de la evolución y del camino de todo ser humano que ha querido materializar algo grande.
Por eso debemos entrar en Acción Inspirada
Pregunta para ti: ¿Estoy dejando de hacer cosas por temor a equivocarme? ¿Qué aprendizajes me he perdido por permitir que el miedo me frene? - El arte de recibir: Materializar no es solo lograr algo, es sostenerlo y dejar que te transforme. Muchas personas logran cosas pero luego no pueden sostenerlo. Su vasija del alma se llena y luego lo que ha manifestado se pierde. No pueden sostener mucha luz del creador, y por tanto, tampoco pueden sostener nuevas realidades personales en el tiempo. Hay que cambiar nuestro ser, hacer el trabajo interno de nuestra alma para ampliar la vasija, crear realidades coherentes y estables, estableciendo nuevas formas de ser, de habitar el mundo, de relacionarnos. Los nuevos hábitos nos ayudarán. Aquí sanas el miedo al éxito y aprendes a habitar lo que antes solo soñabas.
Por eso debemos aprender a modificar y establecer nuevos hábitos y generar Anclaje y Recepción
Pregunta para ti: ¿Quién necesito ser para sostener lo que he concretado y materializado?
¿Por qué entonces seguimos bloqueados?
Porque el mapa está ahí, pero no lo usamos. La mayoría se queda en la fantasía (fase 1) o se pierde en la hiperacción sin raíz (fase 3). Otras veces, hay patrones familiares invisibles que nos hacen creer que no “merecemos” más. Puede ser que hayas logrado materializar cosas pero no pudiste sostenerlo porque no cambiaste tus hábitos, tu ser profundo (fase 4).
La buena noticia: puedes reactivar este mapa.
Un viaje de regreso a ti
Materializar no se trata de “crear de la nada”, sino de reconectar con tu poder interno. Cuando comprendes y practicas estas 4 fases, algo se desbloquea: ya no persigues tus sueños con ansiedad; caminas hacia ellos con confianza.
Si estás cansado de sentir que siempre te falta “algo”, este es el momento de mirar hacia dentro. Tu alma ya sabe el camino. ¿Te vivir tu mapa? ¿Quieres experimentar la transformación que desbloqueará cada fase en ti?
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Déjate guiar por el mapa que siempre estuvo en ti.