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El vínculo imperfecto que nos parió: Una mirada sin edulcorante a la maternidad

Hay un vínculo que marca nuestra existencia de maneras profundas e insospechadas, y que, tarde o temprano, aparece en cada proceso terapéutico que acompaño: el vínculo con nuestra madre.

No importa si la tienes cerca o lejos, viva o muerta; si fue una madre amorosa y emocionalmente disponible, o si su presencia fue compleja, dolorosa, omnipresente o… simplemente ausente.

Mirar esa relación es mirar una parte fundamental de quiénes somos, y también, de hacia dónde vamos cuando elegimos avanzar hacia la vida con más conciencia.

¿Sabías que el arquetipo materno en nuestro inconsciente es el que determina nuestra relación con la abundancia, con la gestación de proyectos y emprendimientos, y la generación de dinero en tu vida?

En el episodio número 14 del podcast La Escuela del Todo, no quise hablar de la “madre perfecta”, ni sumar a la sempiterna romantización de la maternidad. Respeto que el rol materno sea sagrado, pero también sé que está lleno de grietas, contradicciones y silencios. Por eso grabé un episodio que invita a mirar a mamá con amor, pero sobre todo con honestidad. Sin azúcar. Sin máscaras.

Para sostener ese viaje, me apoyé en dos miradas poderosas que resuenan con el trabajo profundo que hacemos en los procesos del alma: la de Alejandro Jodorowsky, y la de Laura Gutman.

Jodorowsky, en su manual de Psicomagia, describe cinco grandes arquetipos de madre. No son etiquetas, sino energías simbólicas que nos habitaron —y a veces aún nos habitan—, marcando el guion con el que aprendimos a amar, a desear y a pertenecer.

Comparto aquí dos de esos arquetipos, con respeto y con una invitación clara: que puedas usarlos como espejo, no como sentencia.

  • La madre asesina: el nombre es fuerte, pero el impacto real de este arquetipo lo es aún más. Es la madre que rechaza inconscientemente a su hijo, que transmite el mensaje «No deberías estar aquí». A veces lo hace con palabras crueles, otras con silencios o desprecio. El resultado suele ser una herida de existencia: esa sensación sutil —o brutal— de no merecer estar en este mundo.
  • La madre del miedo o estancada: es la madre que ama, sí, pero desde el temor. La que sobreprotege hasta asfixiar. La que reprime el vuelo porque teme que el hijo se pierda, o que ella se quede sola. En su afán por cuidar, corta las alas.

Jodorowsky describe también otros tres arquetipos. Pero detenernos en estos dos ya nos da una pauta de cómo ciertas presencias (o ausencias), ciertos miedos (o rechazos), pueden modelar nuestro vínculo con la vida, el amor y el deseo.

Te invito a escuchar el episodio completo si quieres conocerlos todos. Pero sobre todo, si quieres sentir cómo estos patrones resuenan en tu propia historia.

La maternidad y sus sombras

Y si hablamos de maternidad y autoconocimiento, Laura Gutman ofrece una mirada lúcida y cruda. Ella dice que la maternidad no es una postal ni un mandato social. Es un encuentro. Y, sobre todo, es un encuentro con la sombra.

La sombra —esa parte del alma que los antiguos egipcios llamaban Sheut— es todo lo que rechazamos de nosotros mismos, lo que negamos, lo que nos duele mirar.

Gutman dice que el hijo, especialmente cuando es bebé, se convierte en un espejo. Un espejo limpio, crudo, brutalmente honesto, que revela a la madre lo que aún no ha querido ver en sí misma: su miedo, su vacío, su necesidad de ser amada.

Y aquí es donde mi modelo de las Partes del Alma toma fuerza: cada madre lleva dentro a su niña herida, a su adolescente rebelde, a su amante olvidada, a su sabia silenciada. Y cada hijo, al nacer, despierta esas partes dormidas o reprimidas. Las hace visibles. Las devuelve.

¿Ves los hilos que conectan todo esto?

Desde los arquetipos de Jodorowsky, que nos revelan patrones familiares que nos construyen o nos fracturan, hasta la visión de Gutman sobre la maternidad como un espejo de la sombra… el mensaje es claro: la historia con mamá —y con el linaje que la precede— nos habita, nos forma y nos desafía a evolucionar.

Y para sanar esa historia, para romper la repetición inconsciente o liberar el sufrimiento heredado, el camino que ambos proponen (cada uno a su manera) es el mismo: la conciencia. La indagación interior. El coraje de mirar. No para juzgar, sino para integrar.

La invitación de La Escuela del Todo Podcast y de mi trabajo como coach y terapeuta en general es siempre la misma: integrar lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos llegar a ser. En ese camino, mirar el arquetipo materno y la sombra que se refleja en él es un acto de amor.

Un acto profundo de libertad.

Porque dejar de idealizar a quien nos dio la vida, y comenzar a verla como realmente fue —un ser humano— es una forma de honrarla. No desde el pedestal, sino desde la verdad.

Quizás, después de leer esto, te hagas preguntas incómodas. ¡Excelente!

El crecimiento personal no siempre viene envuelto en incienso y flores. A veces llega con lágrimas, con rabia, con un silencio que arde. Pero también llega con alivio. Con comprensión. Con más alma.

Esta relación con mamá, lo quieras o no, es infinita. Y sanarla dentro de ti es un acto sagrado. Para ti. Para ella. Y para los que vienen detrás.

Un abrazo con todas las partes de mi alma.

Infinitas bendiciones.

Leo.

Si quieres escuchar el episodio #14 titulado Ok, háblame de tu mamá”: Sombras, narcisismo e imperfección en el vínculo materno, haz clic aquí.

Si quieres que te acompañe para revisar ese vínculo con mamá, haz clic aquí.

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