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El nombre que llevas también te lleva a ti

Todos nacemos con uno. Lo escriben en un papel, lo pronuncian por primera vez cuando llegamos al mundo. Lo repetimos toda la vida, casi sin darnos cuenta del poder que tiene.

Pero… ¿alguna vez te preguntaste si ese nombre te eligió a ti?

Desde el modelo de las Partes del Alma, que comparto y desarrollo en Kamino, comprendemos que el nombre no es un dato administrativo, sino una parte sagrada del alma. Así lo entendían también los antiguos egipcios, quienes llamaban Ren a esta dimensión del ser. La Cábala lo confirma: nada existe sin nombre, y todo nombre lleva un código de destino.

El nombre como contrato invisible

En sesiones 1 a 1, he acompañado a muchas personas en sus procesos terapéuticos y lo he visto con claridad: nuestro nombre guarda la huella del sueño inconsciente del árbol genealógico.

A veces es el proyecto de papá o mamá antes de que siquiera fuéramos concebidos.

Otras veces es un homenaje, un intento de honrar a los que ya no están.

O una mezcla simbólica de dos linajes.

O la marca del amor imposible de alguno de nuestros padres.

O el nombre de un personaje bíblico, literario o histórico que representaba algo que nuestros ancestros anhelaban… o querían evitar.

Cada nombre es una entrada al mundo con letra pequeña, un contrato silencioso que firmamos antes de llegar al planeta.

Un mandato a veces sutil, a veces sofocante.

Y sin embargo, también puede ser un mapa, un portal, un aliado que te ayude a lograr tu sueño, tu vida ideal.

Lo que el alma susurra en tu nombre

¿Te diste cuenta de cómo te sientes cuando alguien te llama por tu nombre con amor?

¿O de cómo lo pronuncias tú cuando lo dices en voz alta?

¿Te gusta? ¿Te pesa? ¿Te vibra?

Estas son preguntas clave para comenzar a alinear esa parte del alma. Porque mientras ese nombre esté cargado de historias no dichas o de destinos ajenos, quizá estés viviendo desde un guion que no escribiste tú.

Y Kamino es justamente la invitación a reescribir ese guión, recuperando tu poder creador y sanador.

El primer paso: leer la letra pequeña

En Kamino, recorremos seis pasos de reconexión con el alma, y uno de ellos es este: revisar el contrato del nombre.

Para que te reconcilies con él, para que comprendas lo que vino a enseñarte, y elegir si aún lo quieres sostener así… o transformarlo, porque no te gusta. (¿Te preguntas si puedes cambiarte el nombre? Lo he hecho, con terapia, con Psicomagia, y con resultados impresionantemente favorables).

Porque cuando logras honrar ese nombre que llevas sin quedar atrapado en su historia, cuando integras lo que carga y lo liberas con amor, algo mágico sucede:

Tu voz se vuelve más clara.

Tu paso más firme.

Y tu alma respira.

Y ahí sí, puedes comenzar a vivir con tu verdadero nombre: ese que tu corazón siempre ha susurrado.

¿Sientes que tu nombre guarda secretos que aún no has descubierto?

¿Te gustaría alinear esa parte del alma y comenzar un nuevo camino desde ahí?

Entonces Kamino puede ser el viaje que tu alma estaba esperando.

🌱 Te invito a recorrerlo conmigo. Comienza tu Kamino, el programa, conmigo.

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