Una mariposa no puede volver a ser oruga

Las huellas de la tribu. Historias de Transformación. Noti Ka 1

Un amigo en Perú me escribió ayer: “¿Sabes? Escuchando tu podcast me puse a pensar en algunas cosas. Creo que a veces uno no es del todo consciente de sus cambios. A veces uno intenta forzar las cosas para que sigan igual, pero ya no funcionan cómo antes. El cambio ocurre y no se puede revertir. La mariposa 🦋, una vez que ya es mariposa, no puede volver a ser una oruga”.

Entendí con más detalle su reflexión cuando me explicó que no se sentía muy bien con el estado de una relación de amistad que ya no era igual que antes. Sé que él ha venido teniendo cambios profundos en los últimos años –espirituales, intelectuales y más–. Ya no es la misma persona, pero intentar mantener una relación que no le hacía bien a su nueva versión, le estaba desgastando.

Nunca pensé que las reflexiones que hice en el primer episodio de mi Podcast sobre el origen de mi camino y cómo encontré propósito, la historia de la elaboración de los retratos fotográficos de Caminos Cuánticos a los maestros espirituales y otras las cosas que conté en el primer episodio de La Escuela del Todo, movieran tan profundamente a alguien.

Él también es fotógrafo y creador de contenidos. Llamó su atención conocer que en mi caso, fui descubriendo ciertas cosas que me llevaron a otras, y así, casi sin querer, de manera sincrónica o intuitiva, se fue dando todo para llegar a dónde estoy hoy.

Me dijo literalmente: “Varias ideas sueltas que tenía en mi cabeza se fueron concatenado unas con otras y entendí que yo también estoy en un proceso de cambio, y tratar de mantener una relación para no chocar con esa otra persona, me estaba frenando a mi mismo”.

Le dije que terminara mi libro. Él está comenzando a leer Te amo, Dinero. Le hice saber que allí cuento un par de anécdotas y reflexiones que se parecen a lo que está viviendo con su amigo. Yo creo que uno de los efectos secundarios del crecimiento espiritual y el desarrollo personal es que el cambio profundo, nos separa de nuestros vínculos afectivos, amigos, familia. Muchas veces, quienes nos venían acompañando, ya no están, o no pueden estar, porque simplemente somos versiones distintas que ya no vibran en la misma frecuencia. Hay que hacer un esfuerzo grande para mantener amistades que se resistan en el tiempo, más allá de los cambios.

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