En este momento estás viendo Un ciclo en el Kamino
Noti Ka Umbral Editorial

Un ciclo en el Kamino

Luego de descansar un par de días, comencé con mis sesiones de Kamino esta semana. Me contenta haber reconectado con mi gente. No pude atender sesiones en línea durante las tres semanas que estuve en España.

Volver a este espacio íntimo y transformador me renueva. Siento que cada sesión no solo es un servicio que ofrezco, sino también una guía que recibo. Kamino me habla, me muestra, me nutre.

Si, yo acompaño a cada participante en su viaje, pero en el fondo, también cada historia me acompaña a mí, me refleja y me ilumina.

Vuelvo a mi cotidianidad con energía renovada y una visión distinta. Como si las conversaciones, los talleres, las risas, las lágrimas, las montañas y las malocas de esta gira hubieran abierto una nueva etapa.

Se están gestando proyectos hermosos, y me entusiasma lo que viene.

En medio de esta transición, sucedieron dos momentos que quiero compartirte.

Uno fue la entrevista que grabé con Carlos Polly en El Ciclo Podcast, donde hablamos de lo invisible, lo místico, lo ritual. Una charla deliciosa que me recordó lo importante que es comunicar, conversar con alma, dejarse llevar por el impulso creativo y construir con otros desde la inspiración. De ahí surgió una reflexión que luego convertí en nota de blog:

👉 “Atención, intención y acción: Cómo vivir tu vida como si fuera una ceremonia”

El otro momento fue completamente distinto, pero igual de potente: una sesión con una “Kaminante”, es decir, alguien que está haciendo el programa Kamino, que me permitió compartir paso a paso el proceso terapéutico, con su permiso y su confianza.

A través de su historia, pudimos ver cómo el dinero, la autoestima y la herida materna están profundamente entrelazados.

👉 “Eres una mamarracha”: Lo que una humillación reveló sobre el dinero, la autoestima y la herida materna

Ambos textos reflejan algo que me acompaña cada vez con más claridad: la necesidad de vivir con conciencia, con propósito, con presencia.

Y también, de volver a casa, al cuerpo, al alma, al centro.

Estoy con ganas de explorar nuevos formatos. De hecho, esa sesión que compartí con Karla fue un pequeño experimento. Me gustaría repetirlo, abrir algunas sesiones de Kamino para mostrarlas con fines formativos, terapéuticos, reflexivos.

¿Será que a ti, que estás leyendo esto, te gustaría participar de esa forma?

Gracias por caminar conmigo.

Infinitas bendiciones,

Leo Azarak

Deja una respuesta

nueve + doce =