Juana de Dios

«Caminé hacia el río. Había una muchacha desnuda sentada en una piedra, lavándose los pies. Venía una crecida y le grité «¡Muchacha! ¡Viene el río! ¡Salte de ahí!» Ella se volteó y me sonrió. Era linda, piel canela, cabello castaño oscuro y perfiladita. Llamé a la gente y al voltear no estaba. Luego entendí. Había sido la Reina María Lionza.»

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Nahir

    Hermosa labor disfrutando tu libro. Gracias hermano

    1. Leo Azarak

      ¡Gracias mi querida Nahir! Infinitas bendiciones. Infinito amor para ti

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